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Paseo a Maitencillo, playa: "Aguas Blancas"
Desde Viña.



Nunca creí encontrarme a menos de un par de kilómetros del epicentro de temblores, noticia a nivel nacional, por la posibilidad de existir un enjambre sísmico en la V y RM regiones de mi hermoso país.

Consideré el riesgo solamente cuando iba en la micro, con los agradables personajes compañeros de carrera del que debe considerarse mi mejor amigo, leyendo el diario, camino a Maitencillo. Pero el temor fue aún más fuerte cuando vino el temblor, el primer temblor fue muy fuerte, pero ya habían pasado muchas horas de diversión y de risa.

Nunca antes me reí tanto, de las mofas ajenas, de las propias, y de las que hacían hacia mí, esos cabros. La diversidad cultural y de orígenes puesta ante mí para que la disfrutara, como lo hice sin preguntar casi por lugares... Descubrí lo rico que puede llegar a ser arriesgarse a morir y pasar a la historia como dijo uno de los compañeros: "Yo, feliz de morir viendo un documental". Claro, viendo una gran ola venir hacia tí, no tendrías ya casi temor, la velocidad con que te azotaría hacia adelante no te dejaría respirar una vez más, tu muerte, como dijo otro "no sería por inanición".



Citas para la risa. (Cada uno y una se reconoce)



-Necesitamos solucionar
el problema del agua.
-Necesitamos bidones.
-¿Pero para que queremos bidones?
-Nah, pa que queremos el agua, tomemos no más entonces.
-Esperemos que la mochila se ponga a Jebús.
(El bus nos dejó a la mierda de cualquier lugar habitable, en un lugar que decía afuera "camping" pero nada más)

-Miren, vamos adentro y veamos, cuanto vale y todo.
El hombre rápido y servicial, hiperactivamente hiperactivo fue corriendo:
-Vale 4 lucas la noche.
-Pero estamos a la mierda de la playa y la idea era acampar en la playa.
-Hagamos dedo.
-Vámonos caminando.
-Sigamos caminando...
-¿Ud. sabe donde hay un lugar donde arrendar un terreno para acampar?
-¿Tienen un lápiz y un papel? Les hago un mapa. -¿Cuál micro nos sirve? -Cualquiera, pero yo también voy para allá.
-¿Nos lleva por luca hasta aguas blancas?-No tengo donde poner las mochilas. -Pero si una sola es grande (la de Jebús) -Ya, bueno.

-Vámonos a la mierda.



En la Playa.



-Si nos ponemos del otro lado, quedamos aislados porque después sube la marea y no hay pasada.
-Vamos a ver.
-Vamos no más allá estamos re piola.

-Está nublado. -Puta el día lindo que nos tocó pa venir a acampar.
-Esta comida tiene arena.
-Naty, ¿Vamos a inflar el colchón?
-Tengo hojas, miren que son lindas.

-¿Hay más copete?
-Sí, mira, está adentro de la carpa, tráelo.
-Yo soy súper humanista. -¿Y porqué estudias ingeniería? -Es que me gustan los desafíos.
-Me siento mal, súper mareada.
-Es que tomaste muy rápido.


Al otro día.


-Tengo caña.
-¿Y Uds. donde estuvieron anoche? - Fuimos a dar "una vuelta".
-Yo me voy ahora, tengo que viajar a Stgo. -Yo también me voy. -Dos menos (se acabó la leña).

-Hay una vertiente "más allá". -¿Dónde? -Casi al final, pero "como en el medio".
-No la encontramos.

-Ya, ahora uno de Uds. dos va a ir a lavar los platos a la vertiente. -¿Porqué se demorarán tanto? -¡Uuuuuuy!.... -Aló? Estos weones llegaron hasta las cuevas, voy a verlos.

-¿Hagámos el ponche?
-Uy, no te serví. -Mentira, este es el tercero. -Pero tomen del mismo vaso pos.

-Este si que está bueno.
-Quedó como un cigarro.
Recién acababa de confeccionar el cigarro y un apresurado e insaciable dijo:
-ya, ¡Qué corra!
-¿Porqué a mi nadie me molesta y yo molesto a todo el mundo?

-Nah, a mi no me gusta el vino, no estoy acostumbrado a tomar vino.
-Hay un límite -Uds. nunca me han visto enojado.

Se empinaba la botella increíblemente (el mismo que no estaba acostumbrado a tomar vino)
-Camilo, te vay a curar wn.
-¿Quién quiere más vino? -¡Yo quiero! Él siempre quiere más (el mismo insaciable)

-¿Se imaginan hubiera un tsunami?
-¿Cuál es la "operación Daisy"
-¡Esta temblando ctm!
-Miren, yo creo que estaríamos más seguros al otro lado, pero opinen todos.
-Ya, yo voy a tener lo indispensable conmigo.
-¡Chao, me voy!
-Denuevo tembló, ya vámonos.
-Yo creo que es apresurado lo que estamos haciendo (al que no le gustaba el vino).
(Cuando dijo esto ya estaban dos de nuestros integrates del otro lado de la playa)




Al otro lado.


-¿Porqué no metemos las cosas adentro de la carpa?
-¿"Te cachay" volvemos?
-Ya, Uds. dos se quedan aquí afuera haciendo guardia ¿bueno?
Adentro de la carpa: -Uds. se ponen ahí y yo acá, ¿bueno?

Afuera de la carpa
Surgió la idea de un tutorial de informática para newbies.

-Tengo frío.
-Comenzó a garugar.
-Pongámosle el forro a la carpa.

-Tengo más frío que la puta.
Al que no le gustaba el vino, lo llamaron por teléfono (como a las 4 AM): -Aló, hooola weon! Sí #"$%%%&/ (nadie entendió, solo ELLOS se comprendían.
-Camilo está curado, habla puras weas.



En la mañana.



-uhh. Temblor otra vez. -Ah, sí.
-Naty, dejé el alacrán adentro de la mochila, en la botella sin la tapa, así que no se si se habrá salido.
-¡En serio!
-No, es broma.(una más de tantas ¬¬)

-Ay, una araña de rincón (en la playa).
-Otra araña (eran pequeñas).

-Me quiero ir, mucho bicho, mucho todo. Vámonos.
-Tenemos sueño y frío. Esperen un poco.
-¿De quién es esto?- ¿Quién se lleva esto? -Nah, bótalo. -¿Matémoslo? (el copete del dia anterior, dijo el que no le gustaba el vino)




Viaje de Regreso.



-¿Quieres estas hojas? -¿Y por qué a mí? -Porque eres el único que fuma, además de Jebús.
-Oye, ponte para atrás, ...vas durmiendo con la cabeza ladeada.
-jajajajajaja!!!!
-Pucha, porque no hablan: Naty, ¿Estas asustada, que te pasa? -Nada, ¿No puedo estar sin hablar? -Es verdad, es que yo no puedo estar sin hablar, no se me cansa nunca la lengua.
-Ya se dieron cuenta.
-Chao, pajero!!!!


Ojalá se repita. La próxima vez, vamos a la Quebrada de Macul, acá en Santiago, es un santuario de la naturaleza muy hermoso, que tiene vertientes de agua que se ven a kilómetros (digo yo, como para que no nos perdamos en su búsqueda). No contaremos con la presencia del leñador Víctor, puesto que vive en Punta Arenas, no creo que venga a Santiago a acampar con nosotros.

Saludos a todas y todos.


Personajes:


Su mochila y Jebús
Camilo y su cara de Garfield (o Camili según le dice Jebús)
Naty y sus "sugerencias".
Cata y Victor (el ingeniero humanista y la mujer esponja).
Manuel, el almohada, compañero de cigarros y burlón.











“El Imperialismo Cultural estadounidense reflejado en las industrias culturales cinematográficas: una aproximación desde la economía política”.
Lorena Garcés.-
Resumen

En el presente trabajo, se analizará bajo la perspectiva de la economía política, el imperialismo cultural estadounidense, y también, a partir del análisis del flujo de producciones cinematográficas y capitales financieros provenientes de esta industria cultural, consideraremos a las industrias culturales como armas de control social, apoyándonos en la teoría de Noam Chomsky e Ignacio Ramonet, esbozada en el libro: “Cómo nos venden la Moto”. Pensaremos el cómo, llega la concentración del poder económico a las manos de las industrias de un sólo país, y el cómo llega a reproducir mediante éstas (Hollywood principalmente) los códigos culturales que hacen desaparecer las identidades culturales de los pueblos a los que llegan sus fastuosas producciones.


Palabras clave: Imperialismo cultural, industrias culturales, economía política, cine hollywoodense.

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN
El Imperialismo Cultural como parte de un proceso de colonización ideológica
DESARROLLO
1. El imperialismo como práctica cultural.
1.1 Globalización: ¿Americanización? Disneyzación de la cultura.
1.2 La importancia de la industria cinematográfica como representante de la realidad de
los pueblos.

2. Importancia del cine como medio de difusión cultural e histórica.

3. El proyecto político imperial estadounidense tras la invasión.
CONCLUSIÓNES

BIBLIOGRAFÍA

Introducción

El Imperialismo Cultural como parte de un proceso de colonización ideológica.

El imperialismo en Latinoamérica, nos tocó vivirlo dentro del proceso de colonización que surgió con el “descubrimiento” de nuestro continente, se suprimieron nuestras lenguas nativas e introdujeron formas de representación religiosas cristianas, a la luz de lo que los colonizadores llamaron “evangelización cristiana”. Se nos declaró súbditos de un rey, entonces debíamos aceptar la religión del imperio y su idioma, el español. Así fue como nuestra historia se tiñó de sangre y guerras que crearon nuestra identidad cultural como las de pueblos “tercermundistas”, y desde ese momento, hasta entonces, hemos sido considerados como razas y civilizaciones inferiores, que necesitamos guías económicas, culturales y militares. El intervencionismo estadounidense se fundó cuando este país adquirió en 1898 como dominios a Filipinas, Cuba, Puerto Rico y Guam, bajo la engañosa denominación de “protectorados” y con la promesa de “liberar” a los pueblos de dichas naciones del yugo imperial español. Así es como esto, sumado a la consideración de que la nación estadounidense salió de la Segunda Guerra Mundial como “la gran potencia victoriosa”, llevó a los sistemas políticos norteamericanos a constituirse firmemente como los de una superpotencia imperial, que cuenta entre sus más acérrimos principios el establecer por cualquier tipo de medios la “democracia capitalista” en todos aquellos lugares donde esta no se conciba y reforzarla en donde ya se encuentre cimentada. Cuba se reveló ante EE. UU. y pasó a ser la gran víctima de la guerra fría, al igual que las políticas macroeconómicas del libre mercado (entiéndanse estas como “las de la ley de la selva, donde gana siempre el más fuerte”) dejaron de una vez por toda al continente africano invisivilizado en su realidad y sumido en la más absoluta pobreza y desigualdad.

Dentro de este contexto histórico, a principios del siglo XX, surgen masivamente las denominadas “industrias culturales”, llamadas así por la característica general de reproducir “arte para la comercialización” y “cultura de mercado”. Para muchos teóricos críticos del régimen imperial estadounidense estas formas de “industria” son una forma de “colonización ideológica” que busca homogeneizar y suprimir las identidades culturales particulares de las personas. (Y es que su alcance es mundial y económicamente avasallador).

Con el surgimiento de las industrias culturales, y en especial de las que mueven capitales estadounidenses también surge una no nueva pero si mayor, colonización ideológica; se busca por medio de las representaciones en apariencia artísticas y de entretención, reproducir los códigos culturales del imperio. Entre estas industrias se cuentan: la industria fonográfica y los grandes monopolios de disqueras: música preferentemente en inglés y de muy poca dificultad técnica y ejecución, la industria editorial: los “best seller” de la “literatura”, la prensa diaria, radiodifusiva, de videojuegos y finalmente, la que será objeto de nuestro análisis: la industria cinematográfica.

Como cualquier industria y empresa, ha de imaginarse, que las industrias cinematográficas mueven grandes sumas de capital año tras año. El éxito de las producciones está dado por el grado de “taquilla” que alcancen, asimismo por lo fastuoso de sus recaudaciones y producción. Es así como, desde España, se nos entregan los datos que reflejan la reveladora desigualdad de flujos de producciones y divisas, entre el imperio estadounidense y “el resto del mundo”. Es en este contexto que el análisis de los flujos de capitales, versus contenidos, el origen de estos y su predominancia dentro de nuestros mercados cobra sentido: ¿Qué es lo que más ven los y las latinoamericanas? ¿Cuánto dinero y entradas de cine se venden de nuestras propias producciones, en comparación con las estadounidenses?.


1.El imperialismo como práctica cultural

Este concepto, el de “imperialismo cultural” ha sido esbozado por numerosos autores provenientes de corrientes críticas. Así, polisémicamente, es como lo define Robert Austin: “imperialismo cultural, es el ejercicio de la hegemonía por parte de las sociedades de dominación- a través de un proceso consciente de manipulación, tergiversación, subestimación, destrucción y suplantación del sistema de valores que es patrimonio de sociedades dominadas”[1]. Lo relativo a “dominante” y “dominado” se refiere al hecho de que, como regla, los representantes del poder de sociedades económicamente desarrolladas, imponen políticamente su dominio en todas las esferas de la vida por medio del ejercicio de ese poder- sobre aquellas sociedades que resultan dominadas por carecer de fuerzas que emanan del desarrollo económico- de la posibilidad de sustraerse de esa dominación.

Al igual que en la producción de numerosos teóricos que han estudiado el tema del imperialismo cultural, encontramos la definición de Pierre Bordieu y Loïc Wacquant: “el poder de universalizar los particularismos vinculados a una tradición histórica singular haciendo que resulten irreconocibles como tales particularismos”[2]. Así vemos, como en la opinión de Bordieu es posible y es real, el que la cultura del imperio penetre en la nuestra sin que nos demos cuenta, que la concepcionemos hasta no ver ni diferenciar cuáles aspectos particulares nos pertenecen, y cuales, hemos asimilado.
Este problema, el del imperialismo cultural estadounidense, comenzó a ser teorizado mucho antes, durante la época de los setenta y gran parte de los ochenta (cfr. Beltrán y Fox 1980; Beltrán 1978; Reyes Matta 1980; Mattelart 1984; Hamelink 1981). Luego de la segunda guerra mundial, se desarrolló la industria de Disney y con ella se le incorporó al inconsciente colectivo mundial numerosos conceptos y figuras desde la etapa en la que nos encontramos, los seres humanos, más vulnerables a las influencias culturales externas, es decir, desde nuestra infancia. Es así como la industria cultural logró su pleno desarrollo: ejerciendo prácticas imperiales incorporando elementos comunes a la cultura estadounidense a nuestras sociedades, desde la forma de vida, la que nos ha sido modificada radicalmente: la cadena McDonalds es una muestra de ello (suele mencionarse a los países que no cuentan a la renombrada transnacional como excepciones a la regla), la que vino a modificar una de las prácticas que dentro de cada sociedad son representativas de su cultura: la forma y el tiempo que se destina a la comida, el espacio que dentro de ciertas religiones es sagrado se vulgarizó, se hizo rápido y descuidado, se acomodó al ritmo de vida de las sociedades capitalistas y los estados permitieron el desarrollo de este proceso sin pensar en los nocivos efectos que tendría más tarde en la calidad de vida y la salud de las personas.

1.1 Globalización, ¿Americanización? Disneyzación de la cultura.

La globalización es el resultado de la conjunción de los avances tecnológicos a los que ha llegado la humanidad (Televisión, telefonía e internet: telecomunicaciones) y por sobretodo una fase de la evolución del sistema capitalista, en la que nos encontramos. Pero las representaciones culturales que nos abundan provienen en su gran mayoría desde Estados Unidos. Y muchas veces, son grandes conglomerados empresariales estadounidenses los que manejan el monopolizado mercado de las telecomunicaciones, recurriendo a los viciados argumentos de defensa del sistema capitalista, arguyendo las bondades del sistema de la libre competencia, contradiciéndose constantemente, ya que es considerado uno de los argumentos a favor de la diversidad de medios e industrias, la aparente diversidad e interconexión entre los países del mundo, argumentos que desde las teorías de la comunicación críticas del sistema, se encuentran totalmente desvalidados, es que viene a cobrar sentido la protesta a la invasión de la industria de Disney que siguió a la Segunda Guerra Mundial, como una forma de transmitir las ideologías que contribuyen a la continuación y perpetuación del sistema capitalista.

Disney, conforma parte integral de lo que ha sido denominado como “Cultura de Alienación Universal” (CAU), concepto creado por Jon Juanma Illescas Martínez como: “la superestructura cultural del capitalismo en su actual fase neoliberal, fomentada por las élites del poder burgués (oligarquía de facto o ultracapitalistas) conjuntamente con técnicos mercenarios que trabajan para ellas en diversos think tanks para dominar a las clases populares y mantener así el yugo capitalista sobre la humanidad en su beneficio. Esta definición, obedece a las interpretaciones que se desprenden de un análisis político-cultural del estado de la cuestión en lo que respecta a las industrias culturales estadounidenses, en donde podemos apreciar desde el alcance que nos permiten las estadísticas del “European Audiovisual Observatory” el año 2002, donde hasta el año 2000, las ventas de películas cinematográficas de Estados Unidos en Europa en cuanto a las recaudaciones en miles de millones de dólares, eran más de 10 veces las de Europa en Estados Unidos[3], es decir, la industria cinematográfica estadounidense vendió en el año 2000 diez veces la cantidad, que un continente completo vendió en su propio país, puede desprenderse de este análisis que el mercado estadounidense se encuentra cerrado a alternativas provenientes del exterior, mientras que exporta diez veces lo que importa desde y hacia un mismo continente. En el caso de América Latina, la cantidad de films producidos es aún menor, por lo que puede inferirse que la participación, a nivel del mercado estadounidense es escasa y porqué no decir; nula.

Esta desigualdad reproduce los códigos imperiales mayormente que los propios dentro de cualquier cultura en la que se encuentre contextualizado este hecho. La denominación de “Records de taquilla” a los que suele atribuirle la supremacía del cine estadounidense por sobre a las producciones locales de cualquier país en el que esté introducida su industria no es mas que una forma de medición y enmascaramiento de lo que pretende imponérsenos como significado de desarrollo como uno de “desarrollo económico”, cuando los beneficios de esta suerte de desarrollo no los percibimos localmente y las divisas que se obtienen por la irrupción de las producciones en estos records también las perciben únicamente los dueños de las industrias, en el caso de Disney, el juego de muchos y muchas de nuestras niñas del mundo desde hace décadas, está Walt Disney Company, una de las diez megacorporaciones que: “poseen o controlan los grandes medios de información de Estados Unidos: prensa, radio, televisión, salas de teatro, internet, parques tipo Disneyworld, y no solo en el país del norte sino en Latinoamérica y en el resto del mundo”[4].

Ahora la pregunta es: ¿Qué representa a nuestra cultura y producción cultural, sino lo que se edita y publica en libros o revistas, lo que se da en nuestras salas de cine, transmite en nuestros canales de TV o comen habitualmente las personas? ¿Pueden supeditarse nuestras prácticas culturales a las de las que nos llegan por parte de las producciones cinematográficas estadounidense? ¿Modifica esto nuestra cultura cuando hay muchos símbolos creados a partir de estas industrias y su iconografía?
La respuesta está a la vista: no hay niño que no haya crecido al alero de la imagen del ratón “Mickey” y la ratona “Minnie”. Respuestas como estas, son las que podemos encontrar en un estudio de los investigadores Bridget Thornton, Brit Walters y Lori Rouse, en un proyecto censurado de la Universidad Sonoma State de California, citado recientemente por el periodista y analista de medios Ernesto Carmona y difundido por internet[5].


1.2 La importancia de la industria cinematográfica como representante de la realidad de los pueblos.

Constantemente, vemos como la televisión, los noticieros, la literatura, radio y periódicos, reconstruyen y representan la realidad a partir de las informaciones que difunden y de sus contenidos. Asimismo ocurre en el caso del cine, el que aún más que estos últimos medios nos serviría, bajo otro contexto, para contarnos nuestra historia entre pueblos y naciones, para aprender y conocer las realidades los unos de los otros; pero no es un fenómeno cierto, la producción y difusión cinematográfica están marcadas fuertemente por el colonialismo imperial cultural estadounidense, el que domina los mercados internacionales.
La producción intelectual y artística, históricamente, ha sido el reflejo y resultado de las problemáticas sociales existentes en el contexto histórico de las sociedades en que estas han estado insertas. Pero con el nacimiento de las industrias culturales se ha hecho mucho más fácil develar los contextos sociopolíticos que han estado tras las producciones y su influencia, a pesar de que la Revolución Industrial cambió nuestra tipografía a una que coincidía con el modelo de ahorro de la imprenta y la modernización de todos los aspectos de la cultura de masas (las letras con círculos y líneas rectas simbolizan a las máquinas y su irrupción), y la fotografía vino a liberar a la pintura de los tediosos retratos y a la representación de la realidad para pasar a su interpretación, existieron también los artistas que no sirvieron, y que no sirven, a la producción a escala de su arte, y los que facilitaron y contribuyeron a mercantilizar y matar a su disciplina y continuaron variando producción artística a los factores del mercado dejando de reflejar y de denunciar los aspectos más sórdidos de la realidad humana. Pero la cinematografía nace en un momento histórico en que los nacionalismos y la carrera armamentista europea avanzaban sin tregua hacia la guerra, considerando esto como algo previamente establecido, asimismo como las industrias culturales ya se encontraban concebidas bajo el sistema capitalista como tales. En ese momento, el de la irrupción de estas industrias al servicio de la propagación de la ideología y exaltación nacionalista constituye la inauguración de las teorías de la propaganda que consideramos como “brillantes” hasta el día de hoy: Joseph Goebbels, el ministro de propaganda de Hitler aún continúa vivo en las escuelas contemporáneas de la propaganda y es considerado como el mentor de esta.

Tuvo y tiene, la industria cinematográfica, mucho que ver con las intenciones políticas de quienes la financien, aunque esta sea una realidad muy invisibilizada, así como se encuentran invisibilizadas también en las producciones estadounidenses las atroces realidades del mundo.

2. Importancia del cine como medio de difusión cultural e histórica.

El cine es el mejor medio por el cual se puede representar la cotidianeidad. Así es como vemos que a lo largo de la historia del siglo XX muchas de las diversas realidades que han sido posibles de reflejar, han quedado plasmadas, antes en las cintas, ahora en los formatos electrónicos de avanzada, y también han quedado los proyectos políticos, y continúan quedando. Lo peligroso del imperialismo cultural estadounidense para nuestras culturas es a la homogeneización que tiende a imponernos el monopolio. Estas gigantescas compañías, son manejadas por el poder político estadounidense y el proyecto que existió, en un comienzo tras su financiamiento, es el de llevar la cultura e idiosincrasia estadounidenses a cada lugar de la esfera, que sus representaciones y códigos culturales penetraran en las culturas populares de todo el mundo, y obviamente persiguiendo el objetivo de colonizar, ideológicamente, al planeta. Es decir, al cine se le ha atribuido no poca importancia ni consideración desde el poder político: (acerca de la hegemonía planetaria de la industria audiovisual estadounidense)
“…no es producto ni de ‘fuerzas de mercado’ que obran de manera milagrosa a favor de Hollywood y sus oligopolios, ni de un ‘destino manifiesto’ asignado a Estados Unidos por alguna deidad. Más bien, se trata de un proceso histórico complejo, en el que contribuyen numerosos factores, entre ellos una participación activa del Estado norteamericano en diversas coyunturas, además de un “proteccionismo no gubernamental”, que ha constituido una estructura de mercado altamente concentrada, entre otros factores[6].



3. El proyecto político imperial estadounidense tras la invasión
La destrucción de la cultura de los pueblos que se conquistan es un procedimiento usual de los imperios, desde la más remota antigüedad, hasta los días que corren. Téngase presente, a modo de ejemplo revelador, la deliberada destrucción de las obras, libros, archivos y demás bienes del acervo cultural de Irak a manos de los angloamericanos, tal como lo hicieron, en su momento, los mongoles. La escala de destrucción cultural abarca desde la asimilación y deformación de valores y costumbres –procedimiento habitual de los romanos- hasta la aniquilación física del patrimonio. Así procedieron los españoles con las culturas primigenias de América, los franceses e ingleses en África y el Oriente, y también el protoimperio nazi. Bajo estas denominaciones es que las industrias culturales vienen a perpetuar e integrarse silenciosamente en nuestras sociedades del tercer mundo.

La pésima opinión que tienen muchos latinoamericanos sobre sus propios países, culturas y valores suele provenir directamente de los estereotipos divulgados sin escrúpulos por los desmedidos productos anglosajones de información y entretenimiento masivo, desde los noticieros de CNN hasta las comedias del canal Sony, pasando por casi todo el cine de Hollywood y particularmente Disney, industria que ha sido objeto de numerosos análisis críticos que ven en ella una herramienta de colonización más prematura, que pretende modificarnos nuestras estructuras desde la infancia.

La modificación de las culturas de las colonias, como la historia nos permite deducir, ha sido una de las políticas imperiales por excelencia y en este caso particular, los colonizadores se han hecho de conceptos como “globalización” y “librecompetencia” para enmascarar a su sistema económico neoliberal, que no hace otra cosa más que acrecentar las brechas económicas entre las clases sociales de nuestras sociedades tercermundistas y homogeneizar nuestras culturas.

Dentro de este contexto, es preciso señalar un acercamiento reciente que relaciona la invasión a Irak el año 2003 por parte de Estados Unidos con el imperialismo cultural que propugna.

“La invasión a Irak ilustra la nueva manera de ejercer el poder imperial por parte de Estados Unidos en esta etapa: asume para sí, como misión sagrada, propagar la civilización occidental, entendida fundamentalmente como la implantación de la economía de mercado sobre poblaciones reticentes o consideradas no capaces de implementarla por si mismas” [7]
“Neoimperialismo” por Ignacio Ramonet


CONCLUSIONES

El imperialismo cultural estadounidense es una práctica que se desprende de su proyecto político el que busca homogeneizar a las culturas que interviene (en los cinco continentes, en todo aquél país que esto sea posible), con la clara intención de colonizar todos los aspectos de nuestra vida y llenarnos de representaciones que nos modifiquen más allá de nuestro funcionamiento económico sino culturalmente como sociedades, el adquirir y concepcionar bajo nuestras propias culturas las representaciones de la potencia imperial nos suprime la identidad cultural, imposibilita el conocimiento de las realidades de siquiera nuestros pueblos vecinos, imposibilita la interculturalidad e invisibiliza hasta nuestras realidades más cercanas.

Todos los aspectos de nuestras vidas se encuentran supeditados a los que nos han impuesto desde el norte: desde nuestra forma de vestir, hasta la de comer y hablar, así como también se han introducido mediante las producciones de estas industrias, en nuestro inconsciente colectivo un sinnúmero de imágenes estereotipadas de nuestros mismos semejantes.

El acto de ir al cine, dentro de nuestra cultura occidental, es prácticamente un acto ritual, le atribuimos renombrada importancia y lo que más nos es posible ver en los cines locales es cine Hollywoodense. Contar con estadísticas que nos digan cuántas personas visitan las salas nacionales a ver una película chilena no es posible, sin embargo podemos hacer alusión a la producción de largometrajes: desde el año 2001 al 2003 en Chile; se produjeron tan solo siete largometrajes al año, de los cuales, no más de uno o dos fueron considerados dentro de la macro difusión de espectáculos a nivel de la prensa local. Esto nos permite deducir el escaso apoyo con que cuentan nuestras productoras locales y lo que reproduce: la pérdida de nuestra identidad cultural particular y adaptación al modelo económico y cultural neoliberal.











BIBLIOGRAFIA Y CITAS

BOLAÑO César, MASTRINI Guillermo y SIERRA Francisco (2005). “Economía política, comunicación y conocimiento. Una perspectiva latinoamericana”. Argentina. La Crujía, ediciones.
AUSTIN Robert (editor) (1993). “Serie: Historia y Cultura de nuestra América, I Imperialismo Cultural en América Latina, Historiografía y Praxis”. Santiago. Fondo de Cultura Económica.
CHOMSKY Noam y RAMONET Ignacio. “Cómo nos venden la moto”. Barcelona, Icaria, 2001.
RAMONET Ignacio”Neoimperialismo” en “Los Dueños del Mundo”. Selección de artículos de “Le Monde Diplomatique”. Santiago de Chile. Aún creemos en los sueños. 2003.

Referencias electrónicas:

LUETICH Andrés Filósofo (2007). “¿Cómo hacer una monografía?” sitio: http://www.luventicus.org/articulos/02A014/redaccion.html 02/12/2007

BOLAÑO César. “Economía política, Globalización y Comunicación” Nueva Sociedad Nro. 140 Noviembre – Diciembre 1995, pp. p138-153 .http://www.nuso.org/upload/articulos/2459_1.pdf 02/12/2007

FRABETTI Carlo. “El cine como instrumento de colonización cultural: Disney, el western y el musical”. Ponencia presentada en el V Congreso Internacional “Cultura y Desarrollo” de La Habana. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=53684

[1] Austin, Robert (editor). Serie: “Historia y cultura de nuestra América” I, “Imperialismo cultural en América Latina, Historiografía y Praxis”. Ediciones CELA, Santiago de Chile, 1992.
[2] Bordieu Pierre, Wacquant Loïc. “Las argucias de la razón imperialista”. www.ojosdepapel.com leído el 2/12/07
[3] “The imbalance of trade in films and televisión programs between North America and Europe continues to deteriorate”, Estrasburgo, 9 de Abril 2002, Boletín de Prensa, bajado de http://www.obs.coe.int, el 01/12/2007
[4] “DISNEY ES SOCIALISMO O LA CULTURA EN PDVSA”, Alejandro Ruíz, publicado en: www.tribuna-popular.org, leído el 05/12/07
[5] Ibídem cita 4.
[6] Sánchez Ruiz, Enrique E. (2003), Hollywood y su hegemonía planetaria: una aproximación histórico –estructural. Guadalajara: Universidad de Guadalajara (La Colección de Babel, Num. 28), Pág 7.
[7] Ramonet Ignacio. “Neoimperialismo”. Selección de artículos de “Le Monde Diplomatique”: “Los Dueños del Mundo”. Aún creemos en los sueños. Santiago de Chile, 2003.



Chávez, el presidente más “allendista” de Latinoamérica.


La Vía Chilena al Socialismo, bases históricas del “Socialismo del Siglo XXI”

Lorena Garcés.-

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez (en la foto), se ha basado en las ideas de personajes como Salvador Allende, Heinz Dieterich y Simón Bolívar.


El modelo de socialismo de Hugo Chávez, con respecto a lo económico y social, tiene su arraigo fuertemente en el proyecto de “Vía Chilena al Socialismo” que pensó en su tiempo el Presidente Salvador Allende Gossens, asesinado durante el golpe de estado y bombardeo a la casa de gobierno de Chile, el 11 de Septiembre de 1973. Este concepto, el de “Socialismo del Siglo XXI”, lo acuñó Heinz Dieterich Steffan en 1996, bajo el contexto del V Foro Social Mundial. Las concepciones teóricas de Dieterich, se desprenden de su comparación de los modelos de socialismo y su devenir histórico analizados desde la teoría marxista. Una de las bases fundamentales del discurso de Hugo Chávez es el esbozo teórico de Dieterich acerca de las formas de hacer el socialismo contemporáneo. Por esto, es que Chávez toma como ejemplo a Salvador Allende en su proyecto de reforma constitucional.

En su primer discurso como Presidente, Allende, desde el balcón del edificio que albergaba a la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH) en el año 1970, enunció su proyecto de gobierno, a grandes rasgos; “Hemos triunfado para derrotar definitivamente la explotación imperialista, para terminar con los monopolios, para hacer una seria y profunda reforma agraria, para controlar el comercio de importación y exportación, para nacionalizar, en fin, el crédito, pilares todos que harán factible el progreso de Chile, creando el capital social que impulsa nuestro desarrollo1”. Palabras que enmarcan todo un proyecto de reformas constitucionales, las que llevaría a cabo no sin problemas más tarde, con acciones decisivas, como fue la reforma agraria y la nacionalización del cobre. Esto apuntaba a “superar el capitalismo”, sin que ese esfuerzo condujera a la sociedad al “despotismo tercermundista”.

Chávez, asimismo como Allende, ha pensado en adaptar su modelo de socialismo al mercado y en nacionalizar los recursos naturales de su país. Allende, nos recuerda, que la Revolución necesita un umbral previo de condiciones, y es lo que hace en otro de sus discursos, y que se asemeja mucho al proyecto político de Chávez, terminología que utilizó Allende para referirse a los procesos históricos que vendrían y la que utiliza Chávez hoy en día, hablando siempre bajo el contexto de una “revolución”. La intención clara de esta suerte de transición que planteaba Allende es manifiesta en su primer mensaje al Congreso Pleno, el 21 de Mayo de 1971: “Una revolución simplemente política puede consumarse en pocas semanas. Una revolución social y económica exige años. Los indispensables para penetrar en la conciencia de las masas. Para organizar las nuevas estructuras, hacerlas operantes y ajustarlas a las otras. Imaginar que se pueden saltar las fases intermedias es utópico”.

Aquí es donde podemos afirmar que la intención del presidente Allende era la misma que la del presidente Chávez hoy por hoy; La de prudentemente acercarse al socialismo, preparando el terreno para ello y evitar, ahora sí y de una vez por todas el intervencionismo estadounidense. Testimonio histórico de esta renombrada práctica del imperio del norte es, el discurso del Presidente Salvador Allende ante la ONU en 1972: “El mundo se enteró con estupor, en julio último, de distintos aspectos de un nuevo plan de acción que la ITT misma presentara al gobierno norteamericano, con el propósito de derrocar a mi Gobierno en el plazo de seis meses”1

De igual manera, Chávez ha denunciado el intervencionismo estadounidense, como por ejemplo en esta exposición pública, en que, al referirse a la consulta popular y sus proyecciones estimó que: "sería un grave error subestimar la Fuerza de los adversarios porque viene desde Washington"1

"Algún día llegará el día en que los hombres y mujeres libres transitaremos las anchas alamedas, construyéndolas, abriéndolas2. Hugo Chávez.

"En Venezuela se han creado condiciones para construir el Socialismo del Siglo XXI"

Heinz Dieterich y su definición de “Socialismo del Siglo XXI”
Dicho en una frase: En que las mayorías tengan el mayor grado de decisión históricamente posible en las instituciones económicas, políticas, culturales y militares, que rigen su vida
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Simón Bolívar está presente en la mayor parte de los discursos de Chávez, y lo más importante del pensamiento de Bolívar en él, es la idea de “La unión de todos los pueblos latinoamericanos”.

CITAS

1 ALLENDE GOSENSS, SALVADOR. “Abrirán las grandes Alamedas” Discursos.

1 ALLENDE, SALVADOR. “Abrirán las grandes Alamedas”, Discursos.

3 http://www.rebelion.org/noticia.php?id=44104


Fuentes

ALLENDE GOSSENS, SALVADOR. Mensaje Del Presidente Allende Ante Congreso Pleno El 21 De Mayo De 1973 [libros y documentos]. Chile, Santiago : [s.n.], 1973. 932 p.,


ALLENDE GOSSENS, SALVADOR.. “Abrirán las grandes Alamedas”, edit. LOM, colección “Libros del Ciudadano” , Santiago de Chile, 2007.


Allende Vive”, editorial 30 años, Santiago de Chile, 2004.


http://www.constitucion.ve/07_prueba_conoc_n1_9.html leído el 29 de noviembre de 2007

http://www.alopresidente.gob.ve/component/option,com_docman/Itemid,0/task,doc_view/gid,236/ leído el 29 de noviembre de 2007


www.rebelion.org



¡Este año se me ha pasado muy rápido!

Y siento dos cosas diametralmente opuestas; quisiera que el tiempo pasara más lento para disfrutar algo más y mejor, y también quisiera cerrar los ojos y estar celebrando el año nuevo y poder decir; "Vaya que me esforzé pero valió la pena". Me faltó tiempo, me faltó sobretodo para dormir... Espero no enfermarme aún más del sueño ni volverme más loca...


Amiga, compañera Talda, quisiera dedicarte unas líneas, asidua de la lectura... Perfecciónate. Las personas tendemos a aspirar a ser mejores, y trata de si bien velar por un beneficio propio no olvidar los colectivos... Si estudias filosofía tendrás que pensar también en colectivo, tus divagaciones existencialistas tienen lugar, pero en circunstancias distintas, donde la realidad social lo amerite. No somos personas adineradas, tenemos problemas de infraestructura y recursos... Si te preocupas desde ya en el ser y el sentido primordialmente, tu estudio tendrá menos peso que un paquete de cabritas, en nuestro contexto, lo que más nos interesa por estos días en las universidades "públicas" es la investigación de lo social, conducente a la desigualdad, la manipulación y abuso del poder político, etc.

Aprovecho de elevar una consigna referente a esta temática:

"Si estás consciente de la realidad, la desigualdad y la segregación y lo estás también de que esta condición no te beneficia porque sólo beneficia a un 2% en nuestro país, al quedarte inmóvil sin hacer, estás siendo cómplice y contribuyes con tu actitud a que este sistema continúe perpetuándose, hasta sumirnos en la más completa miseria en cuanto a recursos, condiciones de vida e intelectuales".

La noche de ayer

La noche de Ayer.

La noche de ayer salimos, como casi todas las noches, con Carolina, mi compañera de casa y amiga, a comprar cigarros. Íbamos conversando temas de diversa índole, entre otras cosas nos maravillábamos de lo hermoso de la vista que nos proporcionaba el cielo, estaba completamente despejado y se veían muchas estrellas... La luna ya no la podíamos ver, pero le contaba yo a ella que antes de llegar a la casa y darme cuenta de que había dejado las llaves en cualquier otro lugar y no entre mis pertenencias (conjunto de materiales de estudio) miré por un largo rato el cielo... Entre otras cosas, disparates, nos reíamos de las sandeces que por lo general nos ocurren, hacemos y decimos. Llegamos a la bomba de bencina "Copec" a comprar los cigarros, y no sé porqué aún nos reíamos y al llegar, el hombre que allí trabajaba expresó sin palabras su consideración de nuestra locura (no estábamos drogadas o alcoholizadas, somos así). Compramos, y le pedimos fuego (otra vez nos reímos) algo muy peligroso de hacer en una bomba de bencina... Caminamos, yo seguí mirando hacia el cielo mientras caminaba, y le pedí a Carolina otro cigarro... ¡No los tenía!, nos devolvimos a ver si es que los había dejado en alguna parte... Y los encontramos en el suelo cercano a la bomba, pero lo más gracioso es que, ella no se los guardó en ningún momento; los botó al suelo...

Es tan volada la Carolina... Aveces, o en realidad, la mayor parte del tiempo, cuando conversamos de pronto hace pausas y olvida lo que estaba hablando... "Pierde el hilo"... Y a mí, que las cosas siempre me quedan grabadas literales en la cabeza, sobretodo si son graciosas, se me ha hecho costumbre estar atenta a sus "desvíos" (por así decirlo) y en cierta forma... ¡Ayudarla a recordar siempre lo que anteriormente estaba diciendo!.

Hay muchas otras cosas que podría mencionar con respecto a mi amiga, pero lo que pasó ayer, es digno de mencionar... Me reí mucho, en verdad.

Otra vez le agradezco la existencia, por vivir conmigo y ser mi amiga... Y permitir que me ría tanto de ella.

Ha llegado la hora de rendirle tributo al título de este Blog.

Quisiera referirme con hartas palabras a lo que desde la teoría marxista-leninista llamamos enajenación. Primero, porque es un vocablo bastante utilizado desde la perspectiva crítica a los medios de comunicación (se dice que estos producen la patología a la que me refiero). Segundo, porque creo es necesaria de introducir en el inconsciente colectivo; muchas de nosotras y otros creemos que la mayor parte de las personas que se reconoce como aburrida de los medios no hace mucho por cambiarlos (lo que es necesario y caracteriza a la inamovilidad política que vivimos).

La importancia de combatir y esclarecer conceptos como el que propongo proviene del que la sociedad en que vivimos se encuentra sin duda, en deterioro. Realidad que no nos es manifiesta por los medios de comunicación, realidad apabullante y extrema considerando que tenemos en nuestra querida madre tierra un continente completo sumido en la más completa desigualdad, muerte y pobreza, producto de aquella segregación social y económica que produce la inamovilidad política. ¿Y qué es eso que produce la inamovilidad (el no recambio del poder)? La enajenación colectiva.

Miles de personas hayaremos sentadas frente a la pantalla de su televisor diariamente, si no es paradas frente al que se haya en el centro comercial que visitemos, si no es (en santiago) en el metro. Dondequiera que vayas, encontrarás un televisor. La pregunta es: ¿Determinan los medios lo que verán las audiencias o las audiencias lo que transmitan los primeros?. Si lo analizamos como lo que es: un proceso histórico, comprenderemos realmente el porqué del vacío intelectual y abundancia de chatarra que encontramos en la televisión pública. En el periodo de la dictadura militar se introdujo en Chile la televisión en colores con el objetivo de atontar a las personas que llamadas por la novedad de las imágenes en colores y movimiento se mantendrían en el tiempo de toque de queda tranquilas en sus hogares reunidas frente a la pantalla del televisor. Esta, es una más de las características de el Chile de la dictadura, el que ha sido llamado ya tantas veces por teóricos y teóricas "El laboratorio del neoliberalismo", cuando en conjunto a la televisión se modificó nuestra sociedad, desde su carta constitucional; se liberalizó la economía y construyó una falsa realidad a partir de parrillas programáticas livianas, música alegre y periódicos sumisos, lo que desembocó en la consolidación de una masa de medios de comunicación de mercado, que se mantiene hasta hoy y un pueblo en su mayoría de mujeres y hombres enajenados.

Vemos la realidad, pero no nos interesa. "Queremos llegar del trabajo a la casa y divertirnos luego del largo viaje y la extensa y mal pagada jornada laboral". Es lo que me dijo un compañero de universidad a comienzos del presente año, al escucharme decir que la televisión abierta chilena era una gran basura. Claro, le dije, las personas no hacen nada por cambiar la realidad que viven porque el sistema los ha hecho flojos y flojas de mente; la entrega de imágenes y conceptos a la vez que realiza la TV produce en el cerebro un acostumbramiento tal, que luego recepcionas todo; mientras más liviano, mejor.

El poder popular ha desaparecido, porque la televisión y sus noticieros han criminalizado a tal punto los movimientos sociales, introduciendo en el inconsciente colectivo palabras que atentan en contra de aquellos y aquellas que se manifiesten en contra del poder político que, somos pocas y pocos ya los que nos atrevemos a manifestarnos. Eso también porque la represión esta institucionalizada y aunque este fue un proceso y una manipulación política anterior al "gobierno militar" podemos apreciar en la constitución del 80 (creada por el hombre que ha de encontrarse de existir este, en el infierno, Jaime Guzmán) como desde los movimientos sociales hasta los medios de prensa se introdujeron y consideraron en la carta solamente para ser sancionados y en ningún caso para otorgar o legitimarles derechos. Cosa que no ha cambiado en la supuesta "transición a la democracia" que también (y esto en el tono irónico que a tantas y tantos molesta) "supuestamente" vivimos en Chile, y que más bien se ha acrecentado; la ley de responsabilidad penal juvenil cada vez crece más, por estos días se esta buscando sumar a dicha ley introducir a los centros de reclusión juveniles del SENAME, gendarmes, osea, se terminará por reconocer que estos centros, mal llamados, son realmente "cárceles" para niños.

Ante éste panorama... ¿A alguien le dan ganas de protestar? Si por la televisión, en todas las fechas representativas a los movimientos sociales, se muestra el conflicto con carabineros y se enfocan principalmente las noticias hacia el número de detenidos y detenidas, la suma en dinero de "los daños a la propiedad privada y pública", etc. ¿Hasta dónde llegará la criminalización? Se han mostrado sin respeto alguno los rostros de quienes, en un acto de manifestación en contra del poder de las transnacionales y su yugo explotador, han rompido con fuerza y valentía sus estructuras. Se ha mencionado sin respeto, por ejemplo, por el periódico más absurdo y burdo de Chile: "Las Últimas Noticias", un día que honra las muertes de tantas y tantos jóvenes revolucionarios, exponiendo en su portada con la foto de un encapuchado (o encapuchada) "El día del joven delincuente".

De este panorama, el que presento, realidad que contemplo no sin tristeza e impotencia es que digo: "Dejémosnos de enajenación colectiva". Dejémosnos de inamovilidad: Los verdaderos cambios, es decir, los cambios que han involucrado a los pueblos de la humanidad han sido los que han surgido desde el poder popular y nunca se han originado estos gracias a la voluntad de una gran masa de personas que se preocupa de la vida de los famosos o solamente del devenir de los pueblos hermanos, vecinos, cuando en sus países hay un terremoto o un aluvión. La situación de carestía que vivimos es incongruente a la que reflejamos "en cifras". Nos llamaron "los jaguares de América Latina", mas nunca hemos sido tales más que representados por ese 2% de la población que se beneficia de la fuerza de trabajo del resto. ¿No es esto una lucha de clases? Entonces me equivoqué, no debí mirar al resto en la mañana en sus autos mientras trataba de bajar de la micro en Plaza Italia (estaba llena de gente que o era hippie o pobre, pero que no era rica, ni iba en ese bus por simple gusto de viajar apretada).



¿Por qué celebramos los cumpleaños y nos regalamos cosas? Gran pregunta... Cuando era pequeña me retaron alguna vez por ese tipo de "cuestionamientos"... O me dijeron simplemente "Esas cosas no se preguntan, agradece los regalos". Ahora no tan solo son regalos, ¡Ahora sé que me quieren! (O quizás "ahora me quieren" o "aprendieron a valorarme")

Aún así doy las gracias y saludo a quienes estuvieron conmigo.

Lorena.


A Carolina, mi compañera y amiga, muchas gracias por todo, te quiero mucho.

Björk viene a Chile

Björk es una cantante, compositora, bailarina y actriz islandesa. Es de vasta trayectoria, se ha desarrollado incursionando en géneros tan diversos como el jazz, el trip-hop y house. Comenzó cantando desde muy pequeña puesto que se crió en una familia muy ligada a lo musical. Sorprendente es, escucharla cantar en un video casero que se le filmó en años de su infancia, reunido en un documental que le hizo la BBC de Londres; tiene la misma voz que hace más de 35 años.

Su música ha evolucionado en muchas formas, siendo a opinión de muchos mejor lograda la de corte "experimental". Hablar de experimentalidad con Björk es ir más allá del "como se producen los sonidos" sino del "qué representan". Lo que digo se hace patente en "Live at Royal Opera House", la presentación en vivo de su disco "Vespertine"; cada uno de los sonidos que cualquier persona hubiese creído sintetizaciones son reales; el ritmo de la música al comienzo de la canción "Frosty" son piedras que esta imprescindible pisa, como si caminara.

Otra de las fases más importantes en la carrera de esta mujer, fue la realización de su película "Dancer in the dark". Filmación cuyo rodaje tardó más de un año y después del cual terminó sin ánimo de actuar nunca más. Mucho más que una película "Dancer in the Dark" es un musical. Todas las pistas musicales son interpretadas y creadas por la artista. Lars Von Trier, el director de dicho musical, ha dirigido varios de los videos de Björk, siendo el más renombrado el de la canción"It's Oh so quiet".

¡Y ahora viene a Chile!. Creo que este comentario es la mejor noticia que hemos escuchado sus seguidoras y seguidores chilenos este tiempo. Es el 10 de Noviembre en el Estadio San Carlos de Apoquindo, las entradas están caras, pero para mí vale mucho más que la pena.

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